*Expulsión de los moriscos en el puerto de Denia, al sureste de España por Vicente Mostre.
Al periodo de esplendor de los Austrias mayores del siglo XVI, le continua un siglo de declive con los Austrias menores como actores principales. En este periodo se agudizan problemas como el cambio climático, provocando bajas en las temperaturas, empeoramiento de las cosechas y aumento en las hambrunas. En lo económico, se tiene un proceso inflacionario correspondiente al ingreso del oro y la plata provenientes de América, al mercado europeo. A raíz de esto, se demanda más metales debido a que se debe costear los gastos de los conflictos, conllevando al aumento del precio de los alimentos. Asimismo, se tiene un declive en la fe, ya que, durante este siglo se intensifican las guerras de religión, siendo el punto más alto la guerra de los treinta años. Parte de la deplorable administración se debió al poco interés de gobernar, donde Felipe III recurre a su Valido, el duque de Lerma (noble de confianza encargado de los asuntos políticos, siendo el intermediario entre el rey y las instituciones), pero sus resultados fueron negativos, pues, ambos se abocan a la venta de títulos nobiliarios a la burguesía y provocan un declive económico a través de la expulsión de los moriscos (musulmanes forzados a convertirse al cristianismo), los cuales debido a su gran cantidad poblacional (300.000) y la práctica del islam en secreto (sospechando que podría cooperar y conllevar a una invasión por parte de los otomanos), fueron factores claves y significo un golpe a la economía, ya que, es el grupo que paga los impuestos y se encarga de la producción de artesanías, comercio y trabajo de la tierra.
Su sucesor Felipe IV, en el marco de la guerra de los treinta años, da paso a un recorte de gastos y prohibición de lujos, conllevando que su valido, el duque de Olivares, proponga la unión de armas, buscando un aporte porcentual de tropas y dinero por parte de los territorios europeos de la corona.
La guerra culminaría con el tratado de Westfalia y ante el fallecimiento de Felipe IV, lo sucede Carlos II, en donde su muerte sin heredero conllevaría a la guerra de sucesión entre borbónicos y austracistas, poniendo fin a los Habsburgo en España.
FUENTE: https://www.instagram.com/p/CPMWqjkpYJq/
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