PUBLICADO EL 30 DE OCTUBRE DEL 2021
Como ha sido mencionado en anteriores notas, el clima social en Europa del Este entre países miembros de la Unión Europea y Rusia se tensa cada vez más. Esta semana, la nueva víctima fue Moldavia, en la cual la empresa gasista privada (bajo control del Estado ruso) Gazprom, amenaza con dejar sin gas a todo el país.
Esta pelea entre Rusia y Moldavia no es algo nuevo, sino que es el clímax de idas y vueltas entre ambos Estados debido a la deuda millonaria acumulada por la nación moldava a lo largo de los años, algo que el mismo Estado declara desconocer. Ante esto, Moldavia busca apoyo en los países con políticas más hostiles hacia Rusia (Ucrania, Polonia y Rumania), con el fin de encontrar una alternativa al suministro de gas.
Esto implica uno de los mayores problemas que enfrenta Gazprom desde su creación, en las vísperas de la caída de la URSS en 1989. La empresa gasista, había sido utilizada desde la fundación de la Federación Rusa como una herramienta del Estado ruso para mantener bajo su esfera de influencia a sus vecinos y generar una relación de dependencia con el fin de poder presionarlos en momentos claves.
Ante esta situación, el vocero de la compañía, Serguéi Kupriánov, despejó las dudas manifestando que “dicha cuestión no es política, sino que hay que pagar a tiempo por el producto recibido”, sosteniendo que la crisis de Moldavia es una crisis producida únicamente por ellos. La deuda moldava es enorme y se encuentra al alza, hablamos de 433 millones de dólares que prometen ascender a 709 debido a los atrasos.
El ultimátum ruso establece el primero de diciembre como la fecha límite para pagar y poder arreglar un nuevo contrato. De no suceder esto, Gazprom cortará el bombeo de gas a toda la república, algo que, observando la situación económica y el pago efectuado por el país hasta el momento, pareciera ser el final que se avecina.
FUENTE: https://www.instagram.com/p/CVoMhCrpwZh/